martes, 16 de octubre de 2012

Intervención de Javier González Vega, Presidente del Observatorio Asturiano de Derechos Humanos para el Sáhara Occidental en la IV Comisión sobre descolonización de NNUU



Sr. Presidente, Honorables Delegados,
Les agradezco su favorable disposición para intervenir en esta Comisión en representación del Observatorio Asturiano para los Derechos Humanos en el Sahara Occidental
Lamentablemente, un año más esta Comisión se ve obligada a examinar el asunto del Sahara Occidental, un territorio que hubiera debido de seguir un proceso de descolonización bruscamente interrumpido hace más de 35 años.
Un año más esta Comisión tiene ante sí el examen de una situación que refleja la palmaria vulneración del capital principio de la libre determinación de los pueblos, uno de los propósitos que animan a la Organización en la que nos hallamos.
Y es que pese a la claridad de las normas proclamadas por la Asamblea General en relación con la descolonización (Resoluciones 1514 (XXV) y 2625 (XXV), pese a las rotundas afirmaciones de la Corte Internacional de Justicia en su ya lejano dictamen (1975) en relación con la cuestión, el pueblo del Sahara occidental continúa viendo negado su derecho a la libre determinación.
Sr. Presidente, Honorables Delegados,
La Organización de las Naciones Unidas en el pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966  ha proclamado que el derecho de todo pueblo a la libre determinación es el presupuesto para el disfrute de los derechos humanos y  que éstos no cobran sentido si no se garantiza previamente aquél.
Son numerosos los Estados miembros de esta organización que han asumido con convicción estas exigencias al manifestar el consentimiento en obligarse por  aquél. Entre ellos se cuenta la potencia ocupante de facto del territorio del Sahara Occidental, el Reino de Marruecos.
Pues bien, pese a ello, el pueblo del Sahara occidental –tanto el residente en los territorios ilegalmente ocupados, como el establecido en los territorios liberados o el residente en los campos de refugiados- ha visto postergado durante más de 35 años el ejercicio de este derecho sin el cual sus restantes derechos no cobran sentido.
Sr. Presidente, Honorables Delegados
Lamentablemente, la persistente  violación del derecho del pueblo saharaui a la libre determinación, también se ha visto acompañado de la violación de los derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales de su población.
En particular, la violación de los derechos civiles de la población saharaui se ha puesto de manifiesto en las acciones emprendidas contra las personas que pacíficamente reivindicaban el reconocimiento de sus derechos en el Campamento de la Dignidad. El desmantelamiento del mismo, la brutal represión desencadenada se han visto seguidas de la detención y el desarrollo de procesos ante la jurisdicción militar –luego sin garantías- contra aquéllas.
Al mismo tiempo, en los tribunales ordinarios se han desarrollado otros procesos contra activistas y defensores de los derechos humanos. En ellos –en los que miembros de nuestra organización han participado como observadores- hemos podido comprobar las severas limitaciones que experimenta su derecho a la defensa. Incluso, en ocasiones hasta el mismo personal de observación extranjero ha sido amenazado o agredido ante la impasividad de las fuerzas del orden desplegadas en los tribunales.  
Sr. Presidente, Honorables Delegados
Desafortunadamente, las violaciones de los derechos humanos de la población saharaui, se ven acompañadas de creciente privaciones que ponen en peligro la subsistencia de importantes segmentos de la población. Es bien conocida por esta Comisión la cuestión de la explotación ilegal de los recursos de los territorios saharauis –incluidos los situados en sus espacios marinos.
Por ello desearía referirme a las circunstancias actuales existentes en los campos de refugiados, en donde mi organización ha podido comprobar -este mismo verano- las dificultades que experimenta el despliegue de la ayuda internacional humanitaria precisa para la supervivencia de la población, en razón, fundamentalmente, de la cuestionable decisión adoptada por el Gobierno español –la potencia administradora de iure del territorio del Sahara occidental- de retirar a los cooperantes españoles en la zona, imposibilitando el desarrollo de sus tareas y poniendo con ello en grave riesgo a una población necesitada.
 Sr. Presidente, Honorables Delegados,
En suma, la situación existente en el Sahara occidental constituye una flagrante conculcación de los derechos individuales y colectivos de un pueblo que aspira a ver reconocidos éstos en cumplimiento de las exigencias contenidas en la Carta de las Naciones Unidas y en sus desarrollos
Muchas gracias

Nueva York, 11 de octubre de 2012








Mr. President, Distinguished Delegates,
I appreciate your willingness to act favorably on this Committee on behalf of the Asturian Centre for Human Rights in Western Sahara
Unfortunately, once again this Committee is obliged to examine the issue of Western Sahara, a territory that should have to follow a process of decolonization abruptly interrupted for more than 35 years.
Once again this Committee is examining a situation that reflects the glaring breach of capital principle of self-determination of peoples, one of the purposes behind the organization in which we find ourselves.
And that despite the clarity of the rules proclaimed by the General Assembly in relation to decolonization (Resolutions 1514 (XXV) and 2625 (XXV), despite the emphatic statements of the International Court of Justice in its distant and opinion (1975 ) in relation to the issue, the people of Western Sahara continues to be denied their right to self-determination.
Mr. President, Distinguished Delegates,
The United Nations International Covenant on Civil and Political Rights and on Economic Social and Cultual Rights of 1966 proclaimed that the right of every people to self-determination is the prior condition for the enjoyment of human rights and that they do not make sense without ensuring self-determination.
A large part of United Nations member States are bound by these Covenants, and then share this conviction. Among them is the de facto occupying power of Western Sahara, the Kingdom of Morocco.
However, in spite of this, the people of Western Sahara, both resident in the illegally occupied territories, as living in the liberated territories or  in refugee camps, has been delayed for more than 35 years the exercise of this right without which their other rights not make sense.
Mr. President, Distinguished Delegates,
Unfortunately, the persistent violation of the right of the Saharawi people to self-determination, has also been accompanied by the violation of civil and political rights, economic, social and cultural rights of its people.
In particular, the violation of civil rights of the Sahrawi population has been revealed in the actions taken against those who peacefully demanded the recognition of their rights at Camp Dignity. The dismantling of the same in the fall 2010, the brutal repression unleashed has been followed by the arrest and trial of individuals before military courts, where no real guarantees are expected.
At the same time, in civil courts other trials continue against political activists and human rights defenders.  Also in these trials –where members of my organization are deployed to observe them- there is not real guarantees concerning the due legal process. Indeed, sometimes the foreign observation personnel has been threatened or injured by the police forces in the courts.   
Mr. President, Distinguished Delegates
Unfortunately, violations of human rights of the Sahrawi population, are accompanied by increasing hardships threatening the livelihoods of large segments of the population. In fact, the question concerning the exploitation and distribution of the resources of Saharawi territories –including sea resources in well known by this Committee...
I wish refer only the particular circumstances in refugee camps, where my organization this summer has been involved in an inquiry mission. Indeed, the difficulties surrounding the deployment of international humanitarian aid has increased, namely after the decision of the Spanish Government –the de iure Administrative power of the Western Sahara- to repatriate Spanish  members of NGOs cooperating in the camps.

 Mr. President, Distinguished Delegates,
The situation in the Western Sahara is a flagrant violation of individual and collective rights of a people that wants to see them recognized in compliance with the requirements contained in the Charter of the United Nations and its developments
Thank you very much

New York, October 11th, 2012