EL FALSO POSITIVO DE SULTANA

“Falsos positivos" es la expresión acuñada en Colombia para denominar los asesinatos de civiles por el Ejército que posteriormente se manipulan para presentarlos como miembros de la guerrilla. El Ejército colombiano puso en marcha un plan para pagar cada guerrillero muerto a cuyo amparo, aunando el ánimo de lucro liberal y el terror, asesinaron a un número indeterminado de personas que, según la organización “Colombia Nunca Más”, pudiera llegar a ser de 25.000 desde el año 1.998, de los que la Fiscalía de aquel país investiga unos 1.000 casos. A propósito de este fenómeno, Okrim Opina recordó a Max Weber en sus comentarios sobre las máximas de B Franklin y parafraseándolo señaló que el Ejército aprendió que “basta la apariencia, cuando cumple el mismo servicio”: no es necesario que sean verdaderamente guerrilleros, basta que lo parezcan, ya que el fin se que persigue es el dinero y de esa manera se obtiene.
La misma lógica animó recientemente a un diario digital a publicar la foto de una maltratada Sultana Khaya como exponente de las torturas que habrían sometido agentes de la RASD a diversas personas. Sultana es una estudiante saharui de la universidad de Marrakech que en mayo de 2.007 fue brutalmente golpeada por la policía cuando se manifestaba en solidaridad con otros estudiantes represaliados en la universidad Ibno Zohr. Como consecuencia de la agresión Sultana perdió un ojo, quedando en el lamentable estado que reflejan aquellas fotografías que ahora se publican. Hace un año, en junio de 2.008, la joven estuvo en unas jornadas celebradas en Avilés donde narró, entre otros extremos, lo sucedido en aquella agresión. Ahora, dos años después, se muestran aquellas imágenes por algún medio para crear una apariencia de realidad, a modo de una segunda y retrospectiva agresión. Porque no es necesario que se corresponda con la realidad, basta que pueda parecerlo…